El parón de quince días sin futbol se deja notar con la falta de actualidad en los equipos,
Aprovechando esta circunstancia y teniendo en cuenta que ya son ocho los partidos oficiales que hemos disputado, ya se puede tener una primera impresión del juego desplegado.
Lo que he visto en este arranque de temporada son las diferencias que ha implantando Manolo Jiménez con el anterior entrenador, (Judas Ramos)
Se ha podido comprobar en los inicios de la mayoría de los partidos, la forma de afrontar el encuentro es totalmente distinta a la etapa anterior, el equipo sale con mucha cautela y tanteando al contrario, dejándoles que ellos cojan la iniciativa, dándoles terreno hasta llegar a nuestro campo, el Sevilla, ni presiona muy arriba, ni adelanta mucho la defensa, estático, lento pero seguro, los rivales se encuentran ante un equipo sin fisuras y con poquísimos espacio por dónde meterle el diente, poco a poco el Sevilla va comiendo terreno pero sin asumir riesgo, hasta que acaba dominando por completo al rival.
En el juego de creación, los medios centros tienen en exclusiva esa tarea. El empezar los ataques por la banda derecha se difuminó completamente con la salida de Daniel Alves.
El equipo está claro que ha perdido frescura y sobre todo velocidad en el juego, pero ha ganado consistencia y control de la situación, no sorprende pero no nos sorprende, y la calidad de los jugadores pone el resto, incluido los goles.
Se ha buscado un cambio de juego buscando más lo práctico a cambio de la vistosidad, aunque siempre hay momentos del partido, si se va ganando, que suele aparecer la pared o el taconazo.
Lo que está claro es que nos hemos vuelto un equipo resultadista, practico y a veces arcaico y que posiblemente no veremos grandes espectáculo como nos vendía en las playas nuestro presidente, a pesar de la grandísima calidad de la plantilla, pero creo que los puntos van a caer a chorros, que al fin al cabo es lo que cuenta.
PD. Otra gran diferencia con el Judas es la actual clasificación de los equipos que entrenan.