25.4.15

GRANDÍSIMO CONTRATIEMPO

Hay una frase hecha que dice que un jugador no hace un equipo y será verdad, pero lo que está claro es que hay jugadores que mejoran al equipo.
Es el caso de Nico Pareja.
El central argentino se ha convertido en el auténtico líder del equipo. Desde la posición privilegiada que le da el verlo todo de cara,  es la referencia de todos los compañeros, el guardián del equipo y el auténtico capitán en el terreno de juego.
Esto son virtudes apoyados en su personalidad, pero sus verdaderas virtudes están en el aspecto futbolístico, porque estamos hablando de un jugador que en su demarcación raya la perfección, dominando notablemente todos los aspectos tácticos y técnicos.
Nico Pareja es tan buen central que mejora el rendimiento de sus compañeros. El jugador que ordena la defensa, que comienza las jugadas, que tapa las subidas de los “alocados” laterales derechos, encargado de tirar las faltas directas, o ejecuta las jugadas ensayadas. Es decir, un jugador súper importante.
Escribo esta opinión mía, porque desgraciadamente con su baja de larga duración hoy tenemos peor equipo que ayer y eso me preocupa, y más con lo que tenemos por delante, donde nos jugamos toda la temporada y parte de la próxima.
Claro está que sin él también se puede conseguir los objetivos, pero será aún más difícil todavía.
A todo esto, las decisiones que tome Emery para aminorar las consecuencias de su baja serán claves en las “finales” que restan.

12.4.15

PUNTO QUE SABE A GLORIA

La jornada ha concluido y la buena sintonía del equipo sigue y a día de hoy los dos frentes abiertos están a tiro. Muy difícil, pero con posibilidades reales.
El empate conseguido con el Barcelona nos ha sabido a gloria visto lo visto en los primeros treinta y cinco minutos, treinta y cinco minutos donde el Barcelona dio un baño al Sevilla que nos hacía temer lo peor.
Pero en ese baño de futbol no tuvo en la calidad del Barcelona todo el motivo de lo sucedido. La inoperancia, el exceso de respeto, la poca competitividad y el salir totalmente acomplejado al partido ayudó a que el Barcelona se exhibiera en el terreno de juego como en sus mejores años de la era Guardiola.
Muy mala la propuesta del Sevilla en un partido donde se presumía que no solo se pretendía plantar batalla al Barcelona, sino que había motivos suficientes para lograr batirlo.
Pero sucedió lo inesperado (al menos para mí) poco después de conseguir Neymar el segundo gol, el Sevilla le recoge la alfombra roja que le había colocado al Barça y le imprime a su futbol la intensidad y el descaro adecuado para plantarle cara al partido de una vez. La afición lo ve y empieza a empujar de verdad, el partido cambia y pronto también cambia el resultado con el gol de Banega, era lo que se necesitaba para creer de verdad de que el Sevilla tiene jugadores y capacidad suficiente para no ser una marioneta a merced de un equipo, por muy Barça que sea.
A partir de ahí se inicia un partido vibrante. El Sevilla sale de su cueva y empieza aparecer las cualidades que nos han llevado a ser uno de los equipos de moda en la liga. Banega mejora a los jugones del Barça en el centro del campo y todo el Sevilla con la línea de atrás mucho más adelantada se impone en el partido,  algo impensable en la primera media hora.

El último empujón se da desde el banquillo. Mientras Luis Enrique quita a su mejor jugador, Emery refresca el equipo con tres jugadorazos con lo que a buen seguro se a mejorar el equipo, como así fue.  La remontada en el juego ya era un hecho y el premio final vino con el gol de Gameiro lo que hizo sentirnos orgulloso de nuestro equipo porque a pesar de la mala primera media hora tiene mucho mérito equilibrar un partido con la diferencia de dos goles y de cuatrocientas cincuenta millones de € de presupuesto.

5.4.15

LA SOMBRA DEL QUINTO PUESTO

En el Sevilla todo funciona. Gana los partidos por la inercia que te da el hacerlo mejor que tus rivales, incluso los gana haciéndolo igual y a veces hasta peor. Sus jugadores se revalorizan, todo son halagos, bate todo tipo de récords, todo le sale bien. Todo menos algo en lo que ahora poco se puede hacer. Somos quintos, y delante tenemos al Valencia y al Atlético.
Y es que tanto valencianos como madrileños “impulsados desde capital chino y árabe” nos llevan una ventaja que se antoja muy complicada de superar. Quizás en el caso del Valencia es donde residen las esperanzas. Pero no nos engañemos, cuatro puntos a falta de nueve partidos son muchos. Al menos en esta liga, donde los cinco primeros clasificados pierden muy pocos partidos debido a la desigualdad que existe en la liga. Una liga que llevará al quinto clasificado a conseguir puntos de subcampeonato, pero con el mismo premio que equipos que ni llegaran a la puntuación que actualmente tiene ahora el quinto, o sea el Sevilla.
A lo mejor es que Emery no tiene la flor que todos dicen. En cualquier otra temporada lo hecho por el Sevilla ya hubiera bastado para jugar la temporada que viene en champions. Me viene a la memoria que no hace mucho se reprochaba los pocos merecimientos que nos atribuían de todas partes (incluso desde el sevillismo) por una clasificación tildada de inmerecida para jugar la Europa Ligue.
Las posibilidades bien podrían pasar por el doble enfrentamiento que tanto el Valencia como el Sevilla tienen con los dos poderosos, Madrid-Barcelona. Con la ventaja de que el Sevilla lo afronta en su feudo y el Valencia lo hace de visitante. Ventaja que por otra parte bien se puede compensar con que los valencianos solo compiten en liga.
A todo esto, perdón por mi negatividad. La liga no ha acabado.