En el partido contra el Stuttgart no me extendí lo que yo hubiera querido con dos jugadores que salieron de partida y que realizaron un partidazo.
Pocas veces he visto una pareja de medios centros hacer un partido tan perfecto como hicieron Fazio y Romaric contra el Stuttgart. Las principales labores de quien juega en esa posición son; ayudar en las tareas defensivas, tapar los espacios que pueda dejar tu equipo, abrir los del contrario, dominar el juego aéreo, distribuir juego y aportar en ataque, pues bien, todo, absolutamente todo lo hicieron a la perfección.
El partido de Romaric no pudo ser más completo, dio todo un recital de pases medidos, demostró tener un toque de balón que solo unos pocos privilegiados pueden tenerlo, distribuyo, desahogo el juego y lo más significativo, no paró de correr en los 94 minutos que duro el encuentro, cortando balones, presionando al rival y dejandose en el campo hasta la última gota de sudor. La guinda fue el golazo.
En cuanto a Fazio, volvió a ser el del final de la temporada pasada, siendo un muro infranqueable para el rival, sus grandes cualidades tanta físicas como técnicas, le permitieron hacerse el dueño de toda la medular del campo. Cuando la ocasión lo requiso se retraso unos metros y colocándose delante de los centrales prácticamente los dejó sin trabajo.
Como dice por un famoso blog sevillista que todos leemos, si todavía hay gente que piensa que Duscher es mejor que Fazio.
Yo me levanto y me voy.
