La reflexión.
Llevaba el Sevilla agazapado en la tercera posición prácticamente desde el comienzo de la liga y hoy en la jornada número doce llegaba su momento.
Los dos colosos juegan entre ellos, con lo cual alguno se dejará algunos puntos. O puede que los dos. Para colmo el Valencia que nos pisa los talones pincha en su feudo. Era nuestro momento. Incluso hoy seriamos líderes provisionales. Solo teníamos que ganar en nuestra bombonera al último clasificado.
Era el momento.
Era el momento para llevarnos un palo. Esos momentos que suelen venir de vez en cuando durante la temporada que nos hace reactivar la ilusión de dar un golpe de efecto y el golpe se lo acaba llevando el sevillismo. Esta jornada me suena mucho. Tengo la sensación de haberla vivido demasiadas veces.
Y no fue peor porque tenemos a uno de los mejores jugadores del mundo.
El Partido.
Cuando se llevaba disputado el primer cuarto de hora nadie podía pensar que la primera parte finalizara con cero a dos. El Sevilla como era de esperar dominaba totalmente el partido, con una posesión de balón abrumadora y metiéndole ritmo al partido. Se jugaba muy bien por las bandas y se creaban ocasiones. Increíble la que falló Negredo después de un gran centro de Navas y un gran remate al palo de Luis Fabiano, el rechace con toda la portería para él lo mandó fuera.
Pero llegó el minuto quince y el Sevilla se vuelve a ir incomprensiblemente del partido, en el primer ataque del Málaga se tiene la posibilidad de desbaratarlo tres o cuatro veces y por no ser expeditivo al final acaba con el cero a uno.
El gol hace mella a la confianza del equipo y desaparece la alegría en el juego y aparecen las dudas. Cuando se estaba recuperando el juego, el que apareció fue el Duda del Málaga y nos endosó un durísimo cero a dos con ciertas dosis de fortuna.
Con ese desesperante resultado nos fuimos al descanso.
El Málaga tenía casi el partido ganado y le bastó solo con aprovechar el regalo que le dimos repetidas veces para que marcara el primer gol, la suerte que de una pifia acabara en el segundo gol y hacer trescientas faltas para que el partido no tuviera ritmo alguno, por cierto muy bien repartido entre todos sus jugadores.
En la segunda parte Jiménez metió a Kanoute y dividió el equipo en dos, cinco por detrás del balón y cinco por delante, el problema era que quien tenía la mayor parte del tiempo el balón era los cuatro defensas y Zokora . Con esa premisa que había implantado Jiménez desapareció toda posibilidad de elaborar jugadas y se paso a otra versión futbolística muchas veces utilizada, futbol directo, como diría Jiménez o balones a la hoya como le llamo yo. A Luis Fabiano le llegaron dos balones y con su inmensa calidad metió dos golazos.
Faltaban veinte minutos para completar la remontada, pero el equipo estaba sin ideas. Solo con las jugadas a balón parado se podría conseguir el esperado gol, que estuvo a punto de llegar con un remate de Squillaci en el segundo palo. Al final desaprovechamos la ocasión, el Málaga se nos vuelve a atragantar y no dormimos líderes sino mosqueados.
Individualidades.
Decepcionante toda la defensa, si acaso Squillaci se podía salvar. Mal Dragutinovic, estuvo muy lento, con lo que siempre llegaba tarde a todos sitios. Mal F. Navarro, se ve incapaz de imponerse a los rivales, teniendo que recurrir al juego duro. Muy mal Konko, Es el peor partido que yo le he visto. Muy preocupante lo que se le ha visto hacer en el campo, estuvo tan mal que me recordó a Mosquera. Mal también Negredo, si sigue así, tendremos delantero la temporada que viene.
En el aspecto positivo Luis Fabiano. Señores todos pensamos que es un gran delantero, últimamente algunos (yo siempre lo he pensado) incluso lo incluyen entre los mejores delanteros del mundo. Yo hace mucho que lo pensaba y escrito está. Pero es que yo creo que no solo es un gran delantero, si no que para mí es de los mejores jugadores del mundo.
Tenía ganas de decirlo publicamente, porque ya lo había comentado antes. INCLUSO MEJOR QUE KAKÁ. Dicho queda.
