En tan poco espacio de tiempo fue Jesús Navas el único que pudo demostrar algo de su tremenda calidad.
El partido en sí, fue un gran encuentro ganado por España a siete minutos del final. España jugó con sus armas habituales de un futbol elaborado y preciosista con el patrón del futbol del Barça, y Argentina con las suyas propias de jugadores competitivos y exprimiendo todo lo que le permite el árbitro sin olvidar que tienen a Messi y Higuain delante.
Un pequeño apunte. El himno estrenado para la ocasión, es una mala imitación de nuestro evangelio como diría Alvarado. Ay que decirle a quien no lo sepa que Arreba

