Cuantas veces me lo repetía a mí mismo.
¿Cuándo veré yo a mi equipo rodeado de papelillos?
Y llegó el 10 de mayo del 2006. El mejor momento como sevillista y uno de los mejores momentos de mi vida.
No podía dejar pasar, que en el día de hoy se cumplen cinco años que se cumplió un sueño que tenía desde pequeño.
Unos treinta y cinco años esperando para saber lo que se siente cuando el equipo que llevas muy dentro, logra ser campeón de un torneo continental.
Desde ese momento me seguiré enfadando, sufriendo, alegrándome o como este último partido avergonzándome de mi equipo, pero desde ese glorioso día, el Sevilla FC nunca estará en deuda conmigo, porque me dio, lo que solo en sueños me podía imaginar.
Es un buen día para recordarlo.