El acoso no acabó en derribo.
Hemos logrado de nuevo meternos en los cuartos de final de la copa. Y gracias a los equipos ya eliminados nos hemos convertido en los máximos favoritos para ser campeón de copa en la temporada 2009/10.
Lo hemos hecho frente al que es sin duda el mejor equipo del mundo y siendo los primeros que lo consiguen desde que los dirige Guardiola. Y lo hemos conseguido con las bajas de cinco de los seis mejores jugadores de la plantilla. Squillaci, Perotti, Zokora, Kanoute y Luis Fabiano. Y también a pesar de sufrir un pésimo arbitraje que incluso nos privó de adelantarnos en el marcador por dos veces, una anulando un gol clarísimo a Navas y poco antes en una acción de un mejorado Negredo que pitó una inexistente falta a Pinto antes de que Navas introdujera el balón en la red.
Por lo tanto el mérito es grandísimo.
Pero a la vez que hay que valorar en su justa medida el mérito de la clasificación, también hay que reconocer que el Barcelona exceptuando la primera media hora de partido, donde fuimos mejores, han sido infinitamente superiores el resto del partido, a pesar de que solo dispusieron de una sola ocasión clara en los primeros cuarenta y cinco minutos. Pero la segunda parte los azulgranas le metieron más velocidad a su futbol y nos desbordaron por completo. Mi equipo se veía incapaz de controlar el juego del Barcelona y con evidentes síntomas de cansancio por el esfuerzo de ir siempre a remolque en el juego, apeló a la casta para aguantar las acometidas de Messi, Iniesta y compañía. Solo la velocidad de Navas contrarrestaba el acoso del Barça, que a pesar de su dominio solo pudo marcar un gol, gracias al buen hacer de la línea de atrás y de un Palop que paraba todo lo que le llegaba, convirtiéndose en el mejor del partido.
