El palo que me ha dado hoy el Sevilla cuando ha perdido dos puntos fuera de tiempo con el peor equipo de la liga, ha sido el justo castigo que ha recibido mi equipo.
Cuando tu ofreces tan poco como lo está haciendo el Sevilla tarde o temprano te situaras donde te mereces, y que el Sevilla estuviera colocado en la segunda posición del campeonato era engañoso y claramente transitorio y si seguimos jugando así, que muy posiblemente lo sigamos haciendo, no en vano llevamos toda la temporada igual, acabaremos fuera de los puestos de arriba y eliminados de la copa. La liga no son 15 jornadas y en 38 jornadas casi siempre te deja donde te mereces.
El partido volvió a ser otro atropello al futbol y hasta cierto punto era lo lógico, pues se enfrentaban dos de los equipos que peor futbol practican este año.
Llevábamos diez minutos de partido y el balón apenas había tocado el césped, para colmo la lluvia puso el terreno de juego muy rápido y como otras veces ya nos ha ocurrido, nos sentimos muy incomodo en el campo, de hecho el Osasuna se mostraba menos malo que el Sevilla. Se llegó al final de los cuarenta y cinco minutos sin que el Sevilla lograra ni una sola ocasión y sin hilvanar ni una sola jugada.
La segunda parte empezó bien, a los pocos minutos de la reanudación Jesús Navas nos pone por delante. Con la inoperancia de Osasuna arriba era muy probable que bastara para llevarse los tres puntos, pero el Sevilla hace lo que no deja de hacer, regalar el balón al contrario y defender pegaditos al portero y olvidarse de que el futbol no es solo eso y que la racanería no siempre gana, de hecho con esa filosofía nos quedaremos los mismos gatos que estábamos hace diez años y volveremos a la mediocridad que tanto nos costó dejar.
