2.12.08

AFICIÓN DIVIDIDA

Es una triste realidad la división que se ha creado en torno a la afición del Sevilla. Lo podemos percibir en todas las tertulias sevillistas, y lo podemos ver y oír cada semana en nuestro estadio. El motivo, hay sevillistas descontentos con el equipo y otros que no entienden que estén descontento.
Parece que los primeros son los sevillista malos, los que hacen daño.
Los otros son los buenos, los que no permiten una crítica a su club.
Como si el sevillista que critica fuera menos sevillista.
Hay una parte que confunde, una opinión adversa a un ataque al club.
Se han autoproclamados defensores del Sevilla F.C.
No se puede criticar a Jiménez porque es sevillista y le avalan los dichosos números.
No se puede criticar a Mosquera porque es nuestro jugador, si piensas que es muy malo, se le está humillando y faltándole el respeto.
Si no te gusta el juego de tu equipo, te colocan estúpidas estadísticas y te recuerdan que no tienes memoria.
Si no tienes diez años de carnet, eres un sevillista de finales.
Vamos ni que hubiera aparecido de repente una inquisición roja y blanca.
Esto no ha ocurrido siempre, yo llevo más de cuarenta años de sevillismo y más de treinta años asistiendo a mi estadio, y nunca había percibido tanta división.
Es como si la afición estuviera cambiando. No digo empeorando ni mejorando, si no cambiando. Se me viene a la cabeza motivos y causa, pero quiero seguir pensando que somos una afición independiente e invulnerable.
La afición del Sevilla nunca ha sido la típica afición de pase usted por caja, vea los partidos en directo y callase. Se ha caracterizado siempre, por ser una afición exigente e insobornable.
Y el primero nuestro presidente.