La opinión.Decir que el Sevilla falla en defensa ya sobra. Incluso se hace pesado, al fin y al cabo ya lo sabe todo el mundo.
Lo dicen periodistas, jugadores y aficionados. Y lo dice el propio entrenador.
Pero eso no arregla el problema.
El entrenador como máximo responsable es quien decide cómo y quién juega. Y tiene la cuota más alta de culpabilidad de que el Sevilla en la primera vuelta haya terminado siendo el tercer equipo más goleado de la categoría.
Y por lo tanto el único que tiene la potestad de cambiar algo que está clarísimo que no funciona.
Y lo tiene que hacer ya.
No sé si hay que poner la defensa debajo del larguero, o cambiar de laterales o centrales, o buscar otro centro del campo. Pero lo que estamos todos seguros es que algo hay que cambiar, porque esto no funciona.
Yo tengo mi propia opinión. Posicionalmente creo que se corre con muchos riesgos. Nos cogen las espaldas con mucha facilidad. Una defensa tan adelantada como que la que utiliza Manzano si se acompaña por un centro del campo tácticamente perfecto y físicamente poderoso para trabajar la presión y las coberturas y unos defensas rápidos y muy bien colocados, puede ser una opción válida, aunque algo arriesgada. Pero si no se tiene esas virtudes y se pone en práctica (como lo está haciendo Manzano) sencillamente es de suicida.Y está claro que no tenemos ninguna de esas virtudes
Y luego está la parte individual, esa posiblemente con menos transcendencia en el juego.
Yo a pesar de los dos o tres partidos malos que haya podido jugar (Tampoco los que lo han sustituido lo hicieron mucho mejor) sigo pensando que Konko es nuestro mejor lateral derecho disponible, Cáceres nuestro mejor central derecho disponible, Escude el central izquierdo y Luna el lateral izquierdo.
Pero ya digo, esto es una opinión personal de un simple aficionado. Con lo cual no vale para nada. La que vale es la del señor Manzano, y él es quien tiene que arreglar un sistema que nos ha mandado a ser los décimos, cuando se ha disputado la primera vuelta.
Una primera vuelta MUY DECEPCIONANTE.
La crónica. La eficacia de los 'pericos' fulmina la recuperación sevillista
