El lamentable capitulo ocurrido en Barcelona no está olvidado, pero si aparcado, en el próximo partido mi equipo se juega tanto, que ningún sevillista debería de hacer nada que pudiera perjudicar ni lo mas mínimo al equipo y en cambio todo lo que sea aportar le vendrá de maravilla. Ya se ha demostrado en muchas ocasiones que cuando el público quiere ayudar, ayudamos más que nadie.
Los tres partidos perdidos consecutivamente y la reacción sobre todo del Valencia, hacen peligrar y mucho la clasificación para la Champions de la temporada que viene.
Una clasificación que hace solo quince días la teníamos en el bolsillo y que no se nos puede escapar.
No se nos puede escapar porque las limitaciones que tenemos presupuestarias nos obligarían a bajar los escalones que hemos logrado subir estos últimos años. Sabemos que por ejemplo si nos clasificamos seriamos cabeza de serie, hecho que sería casi imposible de volver a repetir, pues ese derecho se ha conseguido con los puntos de los cinco títulos y en las próximas temporadas ya no se contabilizará. Ese tema es importantísimo para solventar con muchísimas más garantías la liguilla de Champions y tener mucho más fácil el no salirnos de entre los grandes.
Yo he sido y seré sevillista en todo momento, tanto en la mediocridad, como en las penurias o en la grandeza, pero “qué bien se está entre los grandes”. Yo no quiero moverme de donde con tanto esfuerzo y tantos años nos ha costado conseguir llegar. Y quiero permanecer en ese estatus todo el tiempo que nos sea posible. Y para ello el partido contra el Madrid es importantísimo, clave, decisivo y fundamental. Vamos que nos jugamos media champions. Y por eso por mucho que se tenga recientes frustraciones, hay que arropar a nuestro club para ayudarles a conseguirlo.
El mismo kanoute, hombre sensato donde los haya, nos lo pide con estas palabras. “Que vengan a animarnos que los necesitamos más que nunca”. Allí estaremos.
Mucho menos importante es el otro tema del partido, la llegada por primera vez de Judas Ramos. Le tenía dedicado un extenso post exclusivo pero hace una hora lo acabo de tirar a la papelera de mi ordenador, me parece tan importante para mi equipo el partido que vamos a disputar dentro de dos días, que no me merece la atención nada que no sea tener los cinco sentidos en conseguir ganar, ganar y ganar. Lo demás me importa un bledo, aunque no juro que llegado el momento pierda las formas y le vomite algún calificativo que me salga de dentro. Aunque su madre no tenga culpa de nada.
