Que el Barcelona te gane en el Camp Nou, es normal, pero lo que no es normal es que el tercer clasificado (de momento) de una imagen tan patética.
Hoy el Sevilla que tantas alegrías me ha dado en los últimos años, me he hecho sentir vergüenza.
Muchas veces he criticado a Manolo Jiménez, pero nunca he dicho lo que voy a decir ahora. Si yo fuese José María Del Nido, no solo Jiménez no iba a ser el entrenador del Sevilla la temporada que viene, sino que ni siquiera se sentaba ya en el partido contra el Madrid.
Ni quedando tercero, que desde el partido de Getafe dudo yo mucho que se consiga, me quedaria yo con este entrenador.
Una cosa es que le des descanso a algún jugador importante cargado de partido y otra cosa que le pongas en bandeja al Barcelona el partido para que nos metan una paliza. Si no es por la suerte que hemos tenido y porque no estaba Messi, podríamos haber entrado en el libro guinness de los record.
Jiménez, hoy no solo hemos perdido tres puntos.
Hemos sido el peor equipo que este año ha saltado a un terreno de juego a disputar un partido.
Nos han humillado, han jugado con nosotros una pachanguita, nos han perdido el respeto y hoy se ha escrito una de las pagina mas vergonzosa de la historia reciente del Sevilla.
Si lo que estabas pensando era en el partido contra el Madrid, has dejado no solo a los sevillistas muy tocados, sino también al equipo.
El responsable de la humillante imagen dada en un porcentaje altísimo es del entrenador del Sevilla.
Salir al campo con la mentalidad de que el partido está perdido es de indigno.
Incluir en el centro del campo al actual Maresca junto a Romaric para contrarrestar el juego del Barça es de no tener ni idea.
Jugar en la banda derecha con un zurdo, teniendo a uno de los mejores interiores derecha de la liga, es de torpe.
Utilizar ese interior derecha en la izquierda para exclusivamente marcar al lateral, es de cagón.
Insistir en poner a Mosquera que demuestra todos los partidos que posiblemente sea el jugador más malo de la liga del futbol profecional, es una tomadura de pelo.
Para hacer esto por dios haberse quedado en Sevilla y no nos sentiríamos tan avergonzados. Al menos yo.
