Estaba yo estos últimos días con un optimismo poco habitual en mí. Hemos llegando al momento clave de la temporada y yo le veía al equipo unas perspectivas inmejorables para afrontar el último tramo de liga. Mi optimismo se basaba sobre todo que aparte del colchón de 5 puntos con el cuarto y de 8 con el quinto, había un motivo que yo estoy seguro de que nos iba a permitir mejorar considerablemente el juego del equipo.
La recuperación de Luis Fabiano y de Konko.
Incluso miré los puntos que nos lleva el Madrid.
De pronto pensé que íbamos a ver el verdadero Sevilla.
Un Sevilla sin la fisura que supone jugar con un lateral por donde los contrarios encuentren siempre las mejores opciones para ganarnos.
Y un Sevilla que recuperaba al quizás mejor delantero centro del mundo.
Si además le añadimos las maneras demostradas por Perotti, la recuperación de Escude, el estado de forma de Kanoute y Palop y el nivelazo que está demostrando Romaric, pues todo pintaba de maravilla.
Pues hoy ha pasado lo peor.
Se ha vuelto a lesionar Konko. Tercera lesión muscular consecutiva. ¡De qué coño esta hecho este jugador¡
¡Que habré hecho yo “pa” merecer esto.¡