Por lo visto, esto ha cambiado muy poco. El Sevilla es hoy un equipo compuesto por jugadores con falta de estima, de confianza, de actitud y plano futbolísticamente hablando, el cual está dirigido por un entrenador que se ve impotente ante tanta adversidad y que pone su granito de arena para convertir este equipo en lo que es hoy. Una comparsa.Se ha podido comprobar hoy nítidamente muchas de las cuestiones que tienen al Sevilla inmenso en la peor crisis de juego y resultado en los últimos cinco años.
El equipo esta arrastrado por un sistema defensivo muy deficiente y por una serie de jugadores que están muy lejos de lo que en su momento ofrecieron.
Hoy de nuevo Romaric (no solo lleva dos partidos buenos) se ha echado el equipo a sus espalda y ha tirado del carro para remontar el partido. Kanoute en el tiempo que ha estado en el campo también ha contribuido.
Los demás mal. Algunos penosos. Y el entrenador que no se entera. Las casas se empieza por los cimientos.
