A echarse a temblar.
Eso es lo que nos queda con la nueva normativa de fichaje de estos ineptos de la liga.
Con esta norma ya creo que han llegado a la cúspide de la adulteración total.
Progresivamente desde que tengo uso de razón, en el futbol español se han buscado nuevas normas, pero siempre con la dirección de beneficiar a los grandes.
Una muestra clara de los resultados de las normas establecidas paulatinamente se aprecian en lo ocurrido estas últimas temporadas con las diferencias abismales de puntos de los equipos de arribas.
Presupuestos, decisiones arbitrales, comités, prensa, todo va dirigido a beneficio del más poderoso.
Pero faltaba la puntilla.
Y con la posibilidad de fichar a partir de diciembre a cualquier jugador juegue los partidos que juegue, la acaban de dar.
Vía libre para manipular, desmantelar y coaxionar a futbolistas y equipos.
Las copas de champan se abran alzado tanto en Madrid como Barcelona y con más motivo aun en las editoriales del Marca y sobre todo del Estadio Deportivo que han encontrado un filón para sentirse a sus ancha con rumores y fichajes durante todo un año.
Para echarse a temblar.