La semana acabó como soñábamos, al menos en cuanto a resultados, porque el juego sigue siendo preocupante, pero lo primero es lo primero y nos hemos metido en la final de copa y se ha recortado dos puntos al principal objetivo del equipo, que no es otro que la tercera plaza. Con lo que la semana es buenísima.
El partido de hoy como viene siendo habitual últimamente ha sido malo. El Sevilla sigue con sus problemas de identidad, parece como si la presión de mantenerse arriba pudiera con él. El miedo a perder les lleva a un bloqueo físico y mental con la consecuente falta de confianza que genera una presión que a día de hoy no está sabiendo llevar.
Eso sí, hoy si alguien ha merecido los tres puntos ha sido el Sevilla.
Con muy poco se ha ganado al peor Osasuna de los últimos años, a pesar de la buena racha que llevaban los pamplonicas.
Los navarros dominaron en algunas fases de la primera parte, ya que Renato se empeñaba en adelantar su posición y olvidaba que ya estaba Kanoute para hacer la función de media punta. La ausencia del brasileño en la medular junto a que hoy salimos con dos puntas, volvia a generar superioridad en el centro del campo del equipo rival, aunque sin crear peligro alguno.
El Sevilla ya se sabe, que aún jugando mal, si tiene gente que crea mucho peligro. En una gran galopada de Capel, consigue sacar un buen centro que Luis Fabiano remata excepcionalmente a la red.
Con la tranquilidad que supone el ir ganado, se controla más la situación y se disuelve el insulso dominio rojillo, que solo por una frivolite de Palop consigue crear su única ocasión de gol en toda la primera parte.
La segunda parte no comienza con buenas noticias, y al poco de empezar Kanoute se vuelve a lesionar.
La lesión de Kanoute si la notó el equipo. Jiménez a mi entender se equivoca en su sustituto dando entrada a Negredo. No acabo de ver a Negredo y Luis Fabiano juntos, son dos delanteros referencia y si no es por algún caso excepcional yo nunca los pondría juntos. Kanoute estaba aportando mucho al centro del campo, en cambio Negredo no ayuda nunca, solo está en el campo por si se saca una genialidad o bien si se encuentra con un balón suelto. El centro del campo como era de esperar notó a peor el cambio de ficha. Veinte minutos después Jiménez arregló su error dando entrada a Romaric por Luis Fabiano, subiendo algunos metros a Renato, que ya había olvidado sus escapadas a la media luna. El control del partido volvió a ser sevillista. Algunos dirán que por otra genialidad del entrenador. También ayudo el cambio de Perotti por Capel, que a pesar de haber jugado un buen partido, lo estaba pidiendo a voces, se debió de hacer mucho antes.
El partido llego a su fin sin grandes sobresaltos, el Osasuna no hizo nada por ganar y si no es por la inquietud que siempre supone el ir ganando por un solo gol de ventaja, hubiera estado muy tranquilo en mi asiento de gol sur, pero si el Osasuna no hizo nada, el Sevilla hizo lo justo.
A parte de la victoria, lo más positivo que se puede sacar es que a pesar de no salir del bache en que por varias circunstancia esta el equipo desde finales del 2009, se ha conseguido entrar en la final de copa y se sigue con las opciones intactas por la tercera plaza, y os aseguro que el margen de mejora es grandísimo.
