El entrenador rumano tenía razón cuando dijo que su equipo no venía a hacer fotos a Sevilla, pero tampoco a jugar al futbol, el único propósito de su visita al Ramón Sánchez Pizjuan fue defender como jabatos y que pasaran los minutos como fuese. Está claro que a ellos no se les puede reprochar nada, bastante hicieron con dejarse la piel cerrando huecos y corriendo hasta no poder mas. Pero es que cualquier equipo que te juegue así, hasta que no te pones por delante en el partido te lo pone difícil por muy superior que tú seas.
Y eso es lo que le ocurrió al Sevilla durante los primeros cuarenta minutos, que no encontraba el modo de batir al portero Lituano del Unirea por mucho que se dominara y que fuera muy superior. Tuvieron que ser los dos mejores del partido, los brasileños Renato y Luis Fabiano quien al borde del descanso desatascara el partido con un gol de bella factura del delantero a pase del centrocampista. A partir de ahí se respira tranquilo y viendo las carencias ofensivas del rival era ya muy difícil que se nos escapara la victoria, se había conseguido lo más difícil, abrir la lata, de hecho la jugada más peligrosa de los Rumanos en todo el partido fue cuando nos devolvieron el balón que antes lanzamos fuera para que un jugador se atendiera.
Con las líneas del rival más abiertas el Sevilla jugó a placer aunque no remató el partido hasta ya avanzada la segunda parte en que los mismos protagonistas, pero esta vez cambiándose las tornas pusieron el definitivo dos a cero.
Al final la noche perfecta, 800.000€ a la caja, 3 puntos y líderes del grupo.
Sobresaliente. Luis Fabiano.
Notable. Renato.
Bien. Escude y Zokora.
Aprobado. Sergio Sánchez, Squillaci, F. Navarro,Capel, Navas, Perotti, Lolo y Negredo.
Mal. Kanoute.
Sin calificar. Palop.