Se acabó la liga donde el Sevilla ha acabado en una frustrante
novena plaza.
Los demás donde hayan acabado poco o nada me importa.
La jornada para al Sevilla tenía pocos interés. Para quien
lo tenía era para Michel, que intenta convencer por todos los medios posibles a
un indeciso Monchi para ser el entrenador del Sevilla la temporada que viene, y
dar una buena impresión en el último partido siempre ayuda.
Ni la dio buena, ni mala. Ni ganó, ni perdió.
El partido transcurrió siendo algo mejor el Sevilla en la
primera parte, donde la calidad de Rakitic y Negredo en la última jugada desequilibró
el resultado a favor del Sevilla. Luego en la segunda parte se sesteo demasiado
y solo en los últimos diez minutos se decidió ir a por el partido, demostrando
entonces ser muy superior a su rival, pero no se tuvo acierto de cara al gol.
Se volvió a estar inseguro en defensa, donde por enésima vez
Coke volvió a salir en la foto en el gol que supuso el empate. Y también como
viene siendo habitual se elaboró poco futbol en el centro del campo a pesar que
Rakitic mejoró considerablemente.
Eso se ha convertido en la asignatura pendiente de los últimos
entrenadores que hemos tenido. La zona de creación siempre la tenemos perdida.
Ahora solo queda esperar el nuevo proyecto de la temporada
que viene y a ver qué tipo de movimientos en cuanto a la plantilla están por
llegar.
Sea cuales sean, y lo haga quien lo haga, mi abono no dependerá
de ellos y volverá a permanecer en mi cartera otro año más.