Sorprendentemente se ha confirmado la continuidad de Álvarez como entrenador para el nuevo proyecto de la temporada 2010/11.
No me lo esperaba. En el club se vuelve actuar por impulsos y con precipitación. La solidez de un proyecto no depende de un gol en el último segundo.
No creo que sea el entrenador adecuado para el actual Sevilla de más de 100 millones de presupuesto.
Se vuelve a poner el equipo en manos de un entrenador novato que ha dirigido solo 10 partidos.
Se vuelve a confiar en un entrenador fácil que volverá a decidir teniendo en cuenta la conveniencia de sus jefes.
Un entrenador fácil para Monchi, para Del Nido y para los jugadores.
Un entrenador que posiblemente gane menos dinero que el último suplente.
Sin prestigio, sin currículo.
Se vuelve a caer en el mismo error de hace dos temporadas.
Y se vuelve a poner al frente de la nave a un entrenador en el que se confía con la boca pequeña, y que parece que no se tiene claro de la decisión adoptada.
Dicho esto tengo que decir que Álvarez es una persona que me cae muy bien. Que parece que quiere implantar una filosofía de futbol alegre, vistoso y ofensivo. Pero que nunca lo ha implantado, sencillamente porque hasta hace dos meses nunca había entrenado a un equipo profesional. Y ni yo ni nadie sabe, si tiene argumentos para conseguirlo.
Me quedaré con las ganas de saber, lo que hubiera sido posible conseguir con el mejor Sevilla de la historia de no haber sido entrenado por técnicos novatos en la profesión.
Solo me queda desearle a Alvarez toda la suerte del mundo en cada encuentro que dirija. Su suerte será tambien la del Sevilla.
