Si hace unos días en la tradicional visita a San Benito quiso recordarnos a todos los sevillistas el lugar que nos corresponde en el futbol español. “No tenemos los pies en el suelo, porque estamos en un puesto que no nos corresponde ni como club ni como ciudad... No somos Bilbao, el Atlético o el Valencia." Estas fueron sus palabras.
Muy apropiadas cuando tienes abierto un enfrentamiento por exigir un contrato televisivo acorde a lo que crees merecer.
Parece mentira que hace solo un año le recordara al Atlético quien era el grande en la final de copa.
Eso fue solo hace unos días, pero al acabar el partido contra el Villarreal, en mi opinión vuelve a estar desafortunado al poner a los pies de los caballos injustamente a Cristóbal Soria con el tan traído tema de los balones.
No entiendo su comportamiento. Todos sabemos que Cristóbal Soria puede que sea el único delegado que aparte de cumplir perfectamente con sus labores de delegado, incluso puede llegar a sumar en un partido de futbol. El primero que lo sabe es el mismísimo Del Nido. No entiendo cómo se puede erigir en abanderado para machacar a su propio delegado, como si no tuviéramos bastantes con Inda y compañía.
No he escuchado yo, ni al presidente del Osasuna, ni del Zaragoza (ayer ocurrió por segunda vez) ni a ningún otro (esto pasa en todos los campos) acusar a su propio delegado.
Me huele que detrás de estas acusaciones públicas existan cuentas pendientes.
Esto, no es nuevo.