
Me refiero a José María Cruz, vicepresidente del Sevilla F.C. que ha ganado un enorme peso en la liga de fútbol profesional que lo ha elegido para liderar asuntos de máximo importancia y que al parecer es tal su preparación que lo han nombrado mediador del tribunal de arbitraje del deporte, máximo organismo del deporte a nivel mundial.
Todo ello al margen de su ejemplar labor en nuestro club, donde es el artífice del buen control financiero de la entidad, que es la sólida base donde se sostiene el edificio.
Con esto quiero resaltar esta figura de un valor equiparable a la del mismo presidente, queriendo siempre pasar desapercibido porque él sabe permanecer en la posición que ocupa.