No he comentado hasta ahora las sensaciones que me ha dado el Sevilla en los partidos de pretemporada.
No me gusta analizar este tipo de partidos.
Pero ya estamos a unas alturas de pretemporada a falta de solo 17 días para que comience la liga, que ya por estas fechas el equipo debería de tener el ritmo de competición y los conceptos tácticos muy adelantados.
Y ahí es donde quiero llegar, porque el ritmo de competición y los conceptos tácticos del equipo a estas alturas están de pena.
O el Sevilla es muy malo y seria uno de los firmes candidatos para perder la categoría, o lleva un gran retraso en su preparación para comenzar a competir.
Espero que sea lo segundo y el pésimo nivel que está mostrado el equipo sea consecuencia de que Michel no ha logrado preparar el equipo como debía, lo cual tiene solución.
El primero de los casos no.
Está claro que si hay que definir la pretemporada del Sevilla hasta ahora, la palabra adecuada es preocupación.
Preocupación porque el juego exhibido hasta ahora así lo requiere.
Preocupación porque se antoja que la política de refuerzo crea muchas dudas. Apostando por promesas y jugadores de nivel medio que difícilmente va a mejorar lo que ya había.
El Sevilla entre otras cosas tenía dos grandes agujero en el equipo titular que tras la marcha de Cáceres, pasarían a ser tres. Que era el lateral derecho y los centrales.
Esas demarcaciones deberían de haber sido la prioridad y donde había que haber hecho un esfuerzo económico importante para cubrirlas con garantías, y me temo que no ha sido así.
Otro motivo de preocupación es que cada vez se tiene menos esperanza en jugadores que debían de subir bastante su nivel. Casos de Trochowsky, Rakitic o Del Moral.
La preocupación da paso a la indignación si nos referimos a Reyes y Spahic.
Nada de eso ha mejorado, sino todo lo contrario.
Por lo tanto el panorama hasta hoy no es nada halagüeño y solo nos queda esperar un cambio radical cuando los puntos estén en juego o vamos a tener una temporada muy dura.
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