Solo que esta vez la plantilla no es de jugadores de la cantera y de desechos de otros equipos, sino que nos han llevado ahí jugadores internacionales y con contratos millonarios.
La temporada está llegando a su fin y esto no pinta nada bien.
Nos hemos quedados sin Champions y casi seguro sin la Europa Ligue y seguramente después de los cuatro partidos que nos quedan, nos pasaran equipos. Algunos de ellos ni siquiera hoy están salvados del descenso.
Vienen momentos duros.
En el partido de hoy hubo momentos en que se jugó bien y otros ni fu, ni fa.
Se pudo ganar (con la ocasión de Del Moral y la vigesimosexta vaselina de Negredo en la primera parte y el penalti en la segunda) y también se pudo perder (hoy pudo renovar Koné por el Sevilla).
De hecho según los números de la segunda parte se jugó mejor y yo personalmente fue cuando vi más posibilidades de perder el partido.
La verdad es que según iba pasando los minutos menos me gustaba la situación.
Luego vino el penalti.
Nada más señalarlo, empecé a prepararme para lo más probable que sucedería.
Teniendo en cuenta su forma de actuar, estaba claro que el penalti lo lanzaría sí o sí Negredo.
Y teniendo en cuenta cómo actúa en estos casos el hombre que antepone sus genialidades antes que el bien del equipo. Y siendo un nefasto lanzador de penas máximas, precisamente por esos motivos.
Sucedió lo que seguramente todos nos temíamos.
Que lo falló. Y no se sumaron los tres puntos.
Las genialidades no se buscan, salen. Como han hecho hoy los Biris ante la tomadura de pelo del señor Roure.
Y hablando de tomadura de pelo.
La cara que se le habrá quedado a Monchi.
Koné, jugador que pertenece al Sevilla y que se lo ha cedido al Levante sin ningún tipo de remuneración, incluso pagándole la mayor parte de su ficha ha sido el autor del gol del empate.
En su misma situación estaban los defensa Bernardo y Alexis y también Acosta y estos no podían jugar contra al Sevilla. Y Koné siendo delantero sí.