Siempre me ha parecido que alrededor del jugador Juan Cala existen, llamémosle “aspectos ocultos” que pudieran ser los motivos de su ausencia en los terrenos de juegos, porque está claro que tiene argumentos futbolísticos para ser al menos un jugador valido para este equipo.De todas formas no sé si esos aspectos están tan ocultos, porque en solo dos temporadas aparecieron noticias como que su renovación fue complicadísima por las exigencias del jugador.
Que se negó a jugar el primer partido de liga con el filial, lo que le costó la cesión al Cartagena, que por cierto, también amenazó con irse en una rueda de prensa si no jugaba más.
Noticias que pueden argumentar que las dos extrañas cesiones después de ser renovado, fueran más por su forma de actuar, que por aspectos deportivos.
Aun así no se entendía que el jugador, después de ser repescado de Grecia y ante la lesión de Spahic, la salida de Alexis y el bajísimo rendimiento de Coke, el jugador siguiera sin contar para nada.
Pero mira por donde, en su reaparición el sábado empecé a entender algo.
En la banda estaba Babá para intentar reforzar el ataque (había que marcar un gol como sea) pero el delantero se volvió a sentar, porque Cala a falta de diez minutos pide el cambio porque dice que estaba muy cansado, porque jugó el lunes.
Yo no recuerdo nunca que un lateral, o juegue donde juegue, haya actuado así.
Creo que Cala se vuelve a equivocar.
Aunque también puede que sea una paranoia mía.
O puede que sigan apareciendo “cosas raras”, hasta que alguien se arte de una vez.
Si no se han hartado ya.
