Llevaba España una trayectoria inmejorable. En los últimos años nuestra selección había encontrado un estilo de juego propio que lo ejecutaba con una tremenda efectividad y belleza y que lo había convertido en el mejor equipo del mundo.
Los resultados no tardaron en llegar, las victoria se contaban por goleadas, los record, la admiración del mundo del futbol, el campeonato de Europa. No había nada que funcionara mejor que la selección Española de futbol.
España jugaba prácticamente solo, dominaba con poseciones largas con infinidad de pases cortos buscando los espacios e imprimiendole al juego una velocidad endiablada que muchas veces ridiculizaba a los rivales. Paredes y más paredes buscando el futbol elaborado hasta hacerle hincar las rodillas al rival
Ahora había que refrendarlo donde hay que hacerlo, en un mundial.
Pero incomprensiblemente la selección cambia.
Del Bosque en el primer contratiempo se raja y busca lo que tanta gente le pide. El plan B.
El plan B es nuestro Jesús Navas.
Cambio de sistema.
Ahora el caudal ofencivo de la selección siempre va dirigido hacia la banda derecha donde Jesús Navas se convierte casi en la unica via para crear ocaciones de gol.
Eso me recuerda una etapa muy cercana en mi equipo.
Del Bosque se equivoca y tira por la borda una máquina de hacer futbol.
Jesús Navas siempre se encuentra con dos jugadores tapándole y como ni mucho menos está en su mejor momento no desborda ni una sola vez y se limita a meter el balón al área para quien la coja.
Puede que parezca una barbaridad, pero para mi opinión el cambio de sistema provocado por la entrada en el equipo de Jesús Navas no ha beneficiado al juego de la selección Española.