Ernesto Javier Chevantón sin duda ha sido la peor operación de la historia del Sevilla.Y lo peor es que es imposible entender cómo un futbolista que había marcado 10 goles en cada una de sus dos temporadas en Francia y con unas clarísimas carencias técnicas imposible de ocultarlas por la evidencia, se haya podido invertir 30 millones de € a cinco años.
El paquete Chevantón le está costando al club 1000 millones de las antiguas pesetas por temporada.
Está claro que en el futbol se hacen operaciones buenas, muy buenas, malas y muy malas, pero yo aún haciendo un esfuerzo en algunas de ellas las puedo llegar entender todas. Pero esta me es imposible. Esta no es una operación, es una broma de muy mal gusto.
Para colmo el gran animador en los balcones, el que más besa el escudo de su camiseta, está teniendo un comportamiento mezquino con la entidad. El ha demostrado que le da igual jugar, que no jugar. Quedarse sin dorsal, o si llegan ofertas. El solo quiere cobrar los 2.2 millones de € libres de impuesto que un día un inepto le puso sobre la mesa y que lo ha hecho multimillonario sin saber parar un balón.
Como para no besar el escudo.
