Qué pena que después de hacer un partidazo y plantarle cara
al todo poderoso R.Madrid tuviese que ser un grave error de Emery lo que acabaría
por decantar el partido para los madrileños.
Merced a ese partidazo a pesar del regalo del vasco, el Sevilla
debió y mereció el empate, que hubiera sido un buen resultado, incluso muchos
piensan que empatar era mejor que ganar para no descolgar al Madrid del título
en vísperas del enfrentamiento con el Valencia.
Comenzó el Sevilla con intensidad y sabiendo lo que se hacía,
hasta que llegó el fatídico choque de Kryschowiac con Ramos a la media hora de
partido que provocaron unas dudas incomprensible en Emery a la hora de
gestionar el problema. El polaco
visiblemente conmocionado, con la nariz rota y sangrando a chorros se retiraba del terreno de
juego y Emery decide esperar para a ver si puede seguir contando con él.
Hasta diez minutos esperó en decidirse.
Durante esos diez minutos no solo se jugó con un jugador
menos, sino que ante las dudas de cambiar o no se generó un gran desconcierto en
el equipo, provocando desajuste por todos lados.
El Madrid lo ve más claro que Emery y se lanza ante un rival
que en esos momentos se encuentra perdido. En esos diez minutos de desconcierto
sevillista el Madrid marca dos goles. Todo ello provocado por no sustituir al
polaco.
Si esos lo haces con otros rivales puede que no te ocurra
nada, pero el Madrid no te rechaza regalos.
Cierto que el portero en ambos goles no estuvo acertado,
sobretodo en el primero, pero el error de Emery es imperdonable.
Con cero a dos y con el Madrid jugándose la liga el partido
se puso casi imposible, pero estamos ante un equipo que o lo matas de verdad o
lo pasas mal. Y el Madrid no solo no nos mató, sino que con otra de las
absurdas jugadas que frecuenta Ramos cuando visita el RSP nos metió en el
partido.
Quedaba la segunda parte y el Sevilla jugaba y corría más
que el Madrid y daba la sensación de que el partido no se iba perder. Sensacional
la segunda parte del Sevilla. Pero en el Madrid juega un portugués que se empeñó
en fastidiar la remontada y de nuevo con la ayuda de Rico puso el uno a tres.
Con futbol y con “huevos” haciendo gala de la letra de su himno
el Sevilla volvió a amenazar la victoria madridista, pero solo nos faltó una
pizca de suerte que en el futbol siempre es buena tenerla de tu lado y en esta ocasión
nos falló. Quien no falló fue el Sevilla. Aunque Emery sí. A pesar de que también
tiene su culpa en lo bueno que hizo hoy el equipo.
Destacar individualmente el partido del camerunés M’Bia y de
Reyes que volvió a derramar el tarro de la esencia del futbol.