28.2.14

LLEGAR A OCTAVOS ES MOTIVO DE ALEGRÍA

El partido de ayer ha traído consigo regalos, sorpresas, temores y la misma sensación de anteriores partidos de que el equipo está bastante perdido.
Si empezamos por lo último es contar lo mismo de cada semana. El entrenador esta hecho un lio y no sabe lo que quiere hacer con él.
No sabe si jugar con dos delanteros, con uno, con un equipo defensivo, o si lo que quiere es ser ofensivo.
Lo mismo va al Bernabeu  y le pone al Madrid tres defensa que un mes más tarde le pone ocho al Rayo.
En esa estamos y en esa seguimos. Solo queda esperar que de una vez encuentre el equilibrio y una idea coherente de plantear los partidos, porque a pesar de las dudas del técnico, todavía no hay nada perdido.
Aunque hasta ahora Emery es un auténtico desastre que devalúa a los jugadores jornada tras jornadas tras múltiples cambios de sistemas y de posicionamientos.
La buena noticia es que estamos clasificados para octavos de final de la UEFA, no sé si para muchos sevillistas es algo normal y carente de importancia, pero para mí que llevo siguiendo al equipo todos los días desde hace cuarenta y cinco años es motivo de una gran alegría. No en vano es la sexta vez en la historia del club que se consigue.
En cuanto a la sorpresa y a los temores está claro por donde vienen.
Al rival que nos toca enfrentarnos para pasar a cuartos.
Aquí hay mucha tela que cortar y habrá opiniones para todos los gusto. Todas ellas respetables y llenas de razón. Pero estoy seguro que también hay opiniones donde no se dice lo que realmente se piensa.
No es mi caso. No me importa decir que a pesar de la situación deportiva del rival, existe temor y no me ha gustado nada tenerme que enfrentar al Betis.
La verdad es que nunca me ha gustado enfrentarme al Betis. Y eso que los números son insultantemente a favor de mi equipo.
Pero aun así, no quería esta eliminatoria. Y lo digo sabiendo perfectamente la situación y lo que nos jugamos, que no voy a extenderme en explicaciones,  pero que tengo claro que son algo más que llegar a unos cuartos de final de la UEFA.  Sobre todo en el caso del Sevilla que se ha ganado a pulso su supremacía incuestionable en el futbol sevillano.