9.2.14

CUANDO NO ES EMERY, ES EL ARBITRO

Cuando juegas con equipos del nivel del Barcelona tienes pocas opciones de ganar, porque se tienen que dar muchas circunstancias.
Que juegues un buen partido, que el rival no juegue a su nivel habitual, que aciertes en las opciones que se te presentan, que no te perjudiquen los árbitros y que la suerte no te dé la espalda.
Pues la cosa pintaba bien, porque las dos primeras circunstancias (las más difíciles de dar) se daban. Además con el resultado a favor. Pero para ganarle al Barça tienen que darse todas, y las tres siguiente fallaron.
Sobre todo con la que respecta al arbitraje, con lo que no se puede luchar y que convierte al futbol español en una farsa.
Ocasión clarísima fallada por Rakitic, remate de gol que al final da en el poste y los árbitros que debieron de dejar al Barcelona con diez y concediron el gol del empate cuando la jugada es claramente ilegal.
Para colmo una de las poquísimas ocasiones que te crean acaba en gol a poco del final de la primera parte
Con lo cual, aunque quedaba todavía medio partido, el momento del Sevilla ya había pasado y el partido ya tenía ganador.

Lo que ocurrió después me interesa bien poco, solo lo que pudiera afectar al próximo y vital  partido.