El Sevilla intenta reaccionar moviendo el banquillo.
Aun sabiendas que el “sacrificado” no es el único culpable de
la situación deportiva que atravesamos, ya se sabe que en el futbol la cuerda más
floja es la del entrenador, que por otra parte ha hecho meritos más que suficiente
para su despido. Ya que los números son desoladores.
Entre sus paupérrimos números que se lleva, también van
incluido ser lideres en expulsiones y balones a los postes, amén de una serie
de decisiones arbitrales que le han perjudicado. Con lo que el entrenador
madrileño tampoco es que haya tenido mucha suerte, la verdad.
Su máximo pecado bajo mi punto de vista es que no ha sabido
manejar la situación cuando el equipo, por lo que sea, salió de los puestos de
arriba y se convirtió en un equipo muy vulgar, a la altura de sus “nuevos”
competidores. Llámense Valladolid, Zaragoza, la
Real etc,etc.
Ahora viene Emery, curiosamente un entrenador de los
llamados “amarrategui” y que tan poco gusta por estos lares. Aunque quien sabe
si lo que necesitamos hoy en día es este tipo de entrenador.
Yo ya no sé qué pensar. Solo que arregle esto como sea.