No tengo yo tan claro que sea ese jugador que la mayoría piensan que es. No es que yo lo considere un crack, ni tengo ninguna predilección por él.
Solo que le veo jugar y muchas veces me gusta como lo hace y sobre todo que tiene mucho margen de mejora. Algo que no todos tienen.
Pero hay algo que es evidente.
El Sevilla está loco por venderlo y los sevillista porque lo venda.
Todo el mundo tiene claro que Romaric se tiene que ir.
Que mientras no te deshagas de él, ni siquiera hay nuevo ciclo.
Vuelvo a decir que no lo considero clave en el nuevo proyecto como pudiera ser Navas, Rakitic, Negredo, Perotti, etc.
Pero… ¿es un problema este jugador?
Conozco la versión de gran parte del sevillismo (y la de mi amigo Manolo) pero también he conocido la de alguien que dice conocer muy bien al jugador (Yo no lo dudo).
Para entender mejor las distintas versiones, las he diferenciado con letras distintas. S (sevillismo) Y A (amigo).
(S) Le acusa de comerse las hamburguesas de dos en dos.
(A) Tiene un severo régimen que lleva a cabo desde hace un año, que le ha permitido estar en su peso toda la temporada. (En la actualidad incluso está por debajo)
(S) Conoce la mitad de los bares de copas de la cuidad.
(A) Solo en sus primeros meses en Sevilla salió más de lo debido, pero desde hace un año ni sale de noche, ni prueba el alcohol.
(S) Es una mala influencia en el vestuario.
(A) En el vestuario es una persona muy querida por su carácter. Que si tiene un defecto, es confiar más de lo recomendable en la gente.
(S) Se escapa de los hoteles de concentración.
(A) Es mentira que saliera de ningún hotel mientras estuvo concentrado.
(S) Es un alma en pena en el campo.
(Esto lo digo yo) En el campo da todo lo que tiene, y le ha servido para ser el jugador más utilizado en su primera temporada y en la segunda intervenir directamente en 16 goles, a pesar de jugar una tercera parte que la anterior.
(S) De haber costado mucho dinero y ganar como el que más.
Lo único donde no hay dudas, pero eso a quien hay que reclamárselo es a Monchi, no a él.
¿Qué hay de verdad y de mentira en todo esto?
¿Es tan nefasto este jugador? O es imposible que se le quite el san Benito de gordo, borracho, flojo y malo, cuando es muy posible que ninguno de los cuatro adjetivos sea cierto.