Por cuestiones de horario y trabajo no había tenido tiempo
de opinar sobre el partido de ayer y la verdad me servirá de desahogo.
Diran que teniendo al equipo donde lo tiene Emery, no es lógico
el criticarlo, aunque también diré que lo que es conseguir, aún no se ha
conseguido nada, y la verdad yo no soy
optimista que esta situación permanezca mucho tiempo.
No soy adivino y no sé cómo acabará la temporada, pero no creo que el botín sea más que una clasificación
para la Europa Ligue.
Ayer ya se dio un paso importante para caernos de uno de los
tres premios gordos de la temporada, y
el de menos dificultad.
Ayer para intuir lo que estaba por venir no hacía falta ser
adivino. Ves la alineación de Emery y uno piensa “Ya le ha regalado Emery los
cuartos de final al Espanyol”.
Partido grande y plagado de suplente y lo más grave y
determinante, jugarlo con un jugador menos. Seguro que todos sabéis a quien me refiero
Ya a los quince minutos de partido los temores se confirman,
aun con el cero a cero.
Ves como un limitado equipo como el Espanyol se basta para
arroparse atrás con más o menos orden y esperar los innumerables fallos en la
entrega de los jugadores sevillista para que en algunas de las contra regaladas, poner la eliminatoria a sus pies.
Pero todavía se puede hacer peor, y Emery o se reencarnó en Marañón o Solsona
o es un entrenador muy, muy, malo, y lo empeoró
aún más colocando a dos puntas como estaba el equipo, para facilitarle aún más
las contra al rival. Como si el problema estuviese en el remate.
Regalo en la alineación, más táctica suicida y además lo empeoró con
los cambios. Ni un socio del Espanyol lo hubiera echo peor.
El panorama a mi modo de ver ya no era perder el partido,
sino que claramente apuntaba a goleada.
No tuve reparo en ponerlo en Twitter y con tanto despropósito (aun siendo el Espanyol el
rival) acabaríamos con tres goles en contra. Por desgracia no me equivoqué,
aunque no contaba con el gol in extremis de Bacca.
En definitiva, la
ineptitud de Emery, o creerse superior con tantos halagos y permitirse inventar
en el futbol, o simplemente que se ha
equivocado, nos ha llevado a que tengamos pie y medio fuera de la competición.