9.11.14

IMPERDONABLE

Se podría decir que el partido de hoy es para olvidar, pero estoy seguro que precisamente eso será lo difícil, olvidarlo.
Lo de hoy no es el clásico partido mal jugado, o que no te sale nada,  o que el rival ha sido mejor.
Lo de hoy es más grave, es deshonrar el escudo y comportarse como una pandilla de flojos y sin vergüenza alguna.
Nos visitaba uno de los rivales más flojos del campeonato, sino el que más. Y menos mal, si hoy es otro el rival, nos hubieran endosado una derrota de escándalo.
Antes, un escueto comentario del entrenador del Sevilla. Si, ese que es el actual campeón de la Europa Ligue y que acaba de batir record histórico en el Sevilla.
Emery no puede ser un buen entrenador. No sé cómo ha conseguido tener sus números y su prestigio siendo el entrenador de los peores que ve el futbol y que peores decisiones toma. No lo entiendo.
Se ha equivocado en todo.
Pero no es el único culpable de lo visto hoy en RSP.
El desastre se empieza a fraguar poco después de conseguir el gol Vitolo.
Antes, jugando a medio gas le bastaba para ser superior a un debilísimo rival y nada hacía presagiar que corriera peligro la victoria.
De pronto el autor del pase del gol se ve incapacitado para jugar (y no es la primera vez).
A Deulofeu le falta el aire, se desfonda y deja de competir cuando solo lleva media hora en el campo.
Con el beneplácito del entrenador acaba la primera parte aunque los últimos diez minuto se lo pasa agachado huyendo del balón.
El equipo parece que se contagia de la falta de fuerzas del catalán y se muestran en el campo con una actitud desesperante.
Y viene una de las claves del partido. Empieza la segunda parte y Deulofeu sigue en el campo.
Al mal juego de Krychowiak, Coke, Denis Suarez, Bacca etc se une a que jugamos con un jugador menos que además contagia su apatía al resto.
El equipo se dedica a vagabundear y el rival (un pobrísimo Levante) se hace el dueño del partido por incomparecencia del rival.
La segunda parte se convierte en un suplicio para cualquier sevillista que sabe que este partido no se va a ganar, a pesar de estar por delante en el marcador y el rival es el Levante.
La indignación no solo será por los puntos perdidos sino por la sonrojante actuación de un equipo y de un inoperante entrenador que ha tenido la habilidad de empeorar  más si cabe la situación.
El milagro se acabó a falta de diez minutos. El equipo era una verbena, todos discutiendo, todos mal colocado, Beto que debio ser cambiado pidiendo asistencia,Tremoulinas lesionado pidiendo el cambio que Emery le dice que Navarro tiene que calentar. Un desastre que solo podía acabar como acabó. En el gol del empate.
Aunque ya el equipo puso de su parte para que ya lo tuviéramos asimilado hace tiempo.
Tengo que reconocer que hace tiempo que no me indignaba tanto mi equipo como hoy. He llegado a pensar en posibles problemas de alimentación, que si entrenaron ayer muy tarde habiendo partido por la mañana. O que se yo. Pero será difícil que yo olvide semejante actitud de un grupo de profesionales, que hoy no han demostrado serlo. Y yo de mi equipo lo perdono todo, menos eso.