Como está la liga, ganar seis puntos seguidos, da la oportunidad de recuperar mucho de lo que se había perdido. Sobre todo en lo referente a la confianza. Un aspecto vital para mejorar la clasificación.
Sin confianza es difícil jugar bien y sin jugar bien es difícil ganar.
El partido de hoy es una muestra.
Jugando mal perdíamos. Mejoramos y logramos empatar. Empezamos a jugar bien y se ganó.
El debate de que no importa cómo se juega, sino solo el hecho de ganar, es una falsa.
Porque a mejor juego, más posibilidades hay de ganar.
Viendo la primera media hora de hoy, mi cara era un poema.
A pesar de que el rival no daba dos pases seguidos, dando muestra de tener muy poco futbol, (creo que notaron bastante la baja de Banega) era una obviedad que si el Sevilla seguía así, era imposible no perder.
Pasando esa pésima media hora y ya con el resultado en contra, logramos empatar gracia a una jugada aislada que se inventó Navas y que remató Medel.
Se mejoró tras el gol, pero las sensaciones no eran muy buenas.
Lo mejor, que el Valencia no parecía tener su día, y se seguía así y el Sevilla lograra mejorar aún más, podría tener sus opciones.
Y así fue. El Sevilla encontró la forma de hacerle contras rápidas al Valencia, (tiene buenos jugadores para ello), le presionó su nefasta salida de balón y mejoró considerablemente su juego. Mientras, el Valencia seguía con su pobre futbol.
El Sevilla mejoró su juego y ganó el partido.
Individualmente se ha vuelto a notar las mejorías de Rakitic y Navas. Muy bien los dos centrales. También hizo Negredo un buen partido y buenísima la acción de Kanoute en el segundo gol.
Y un apunte, segundo partido consecutivo ganado con dos delanteros, algo con lo que yo no comulgo, pero el dato está ahí.
