La operación Cáceres tiene muchas lecturas. El Sevilla supo aprender de sus errores y desde la aparición de del Nido en la presidencia, el tener una economía saneada es primordial en el club.Los últimos traspiés deportivos, unidos al descenso de ingresos (socios y sponsors) dejan en la venta de sus mejores futbolistas, la única posibilidad para seguir con la política implantada de no permitir endeudarse más que lo justo.
Con la venta de Cáceres se resuelve el problema.
Otro año más se evita presentar déficit importante al final de temporada.
Pero claro, se evita un problema y se genera otro de mayor envergadura y que repercute directamente en el problema solucionado.
El equipo deportivamente se debilita en un porcentaje importante.
Y el equipo se debilita cuando se está justamente en medio de una temporada en la que de momento está claramente fuera del objetivo marcado.
Un objetivo (la champions) que se tiene más opciones de conseguir teniendo al mejor defensa de la plantilla, que no teniéndolo.
Cabe recordar que la champions genera 20 millones de €.
Eso no quiere decir que con Cáceres se consiga y sin él no.
Solo hablo de una teoría del futbol desde que existe este deporte.
A mejores jugadores más posibilidades hay de ganar.
Y cuanto más se gana más posibilidades hay de cuadrar números.
Otra temporada más tendremos superávit a costa de debilitar el equipo.
