A poco más de dos días para disputar una final europea, no aparece ni rastro del Sevilla de la
temporada pasada.
No es mi intención dar palos a un equipo que me da tanto y
que todavía no ha jugado el primer partido oficial del año, pero es que ese
primer partido es una final de la supercopa de Europa, y para mí como para
miles de sevillista es una cita que será imborrable en nuestra memoria y me
preocupa en la situación que ha llegado el Sevilla a esta cita.
Decían jugadores y entrenador que se ha llegado a esta final
de manera inmejorable y que están muy ilusionados en ganarla.
De lo segundo no tengo dudas, pero en cuanto a lo primero
supongo que lo dicen con la boca pequeña.
El Sevilla llega con una pretemporada cargada de aspectos
negativos. Debido a que acabamos de empezar, todos con posibilidad de revertirlos, pero de momento,
poco bueno para llevarnos a la boca.
Está claro que lo peor con diferencia y el principal motivo
de mi pesimismo son los continuos contratiempos de mucho de los jugadores de la
plantilla.
Me da la sensación que tantos inconvenientes ha llevado a Emery
a nadar siempre contra corriente y se le nota bastante perdido.
De momento independiente de los resultados, el equipo ha demostrado en los partidos de
pretemporada que está sin hacer y con muchas dudas.
Hay dudas en la portería y muchas. Supongo que la primera
idea de Emery era que jugara Beto. Pero el portugués demuestra en cada partido
que se encuentra en un mal momento, por lo que supongo que jugará la final el
joven Rico.
La defensa es el remate de los problemas, sobre todo en su parcela central. Lesionado Nico
Pareja, su une su compañero de demarcación Carriço. Quedarían para esa demarcación
Kolo y Ramis, pero una maldita tortilla los deja con el virus de la salmonella
y al equipo sin centrales. Supongo que ambos jugaran pero mermados físicamente.
También la dichosa tortilla deja fuera al jugador que estaba
llamado a contener el medio campo, N’Zonzi. El problema se agranda ya que Iborra que podria sustituirlo apenas tiene tres entrenamiento.
Tampoco en la delantera estamos bien, los dos delanteros que disponemos han estado
lesionado media pretemporada y se les ve muy bajo de forma.
A los flamantes nuevos fichajes se le ha visto
poco. Incluso por una causa u otra, se
puede dar el caso que no juegue la final ninguna de las ocho incorporaciones.
A todo esto Emery se ha dedicado exclusivamente en los
partidos a repartir minutos entre todos
los jugadores, incluso jugando en posiciones que no son la suya. Nada de
conjuntar el equipo ni nada parecido.
Para colmo nuestro rival (el mejor equipo del mundo) parece
un rodillo y hasta Messi por primera vez en su carrera se ha presentado en
pretemporada en plena forma.
Lo dicho, nada nos ha
salido bien.
Si alguien lee esto y cree que pensando así mejor ni ver el
partido, digo que por desgracia la mayoría de todo lo que he escrito no es opinión,
sino que es una realidad. Tan real como que el partido no está perdido y tengo
la ilusión de poder levantar otro título, pero siendo realista lo veo mucho más
difícil que hace quince días.