3.9.13

Y DECÍAN QUE ERA AMARRATEGUI

En el día de ayer pude comprobar unos de los más desaguisados sistemas de juegos provocado por un entrenador de futbol.
Todavía no entiendo como un entrenador con una trayectoria tan importante, que se la ha labrado desde abajo,  pudiera plantear un partido donde todas las decisiones apuntaban a un suicidio.

Todo es consecuencia de un modelo equivocado que va camino de llevarnos a la primera gran crisis deportiva de la temporada. Y es que Emery, entrenador que siempre ha basado su éxito en un equipo trabajado desde la defensa sin correr muchos riesgos, ha decido que su Sevilla sea un torrente de futbol ofensivo, donde desde todas las líneas tengan la mirada fija en la portería contraria.

En el partido que nos ocupa,  por ejemplo, nos podemos encontrar con dos laterales subiendo la banda continuamente. En el caso de Coke provocando siempre un agujero enorme.
Decidió jugar con un solo centrocampista defensivo, que por cierto llevaba dos entrenamientos.
Y le acompañaron tres jugadores claramente de corte ofensivo, donde Rabello y Perotti no aportan ni presión, ni robo de balón, ni coberturas a los laterales.
Si no le parecía demasiados riesgos le puso la guinda la decisión del sustituto de Marin por otro delantero más, para que defensivamente el equipo fuera más frágil de lo que ya era.

Evidentemente, como no podía ser de otra manera, cada vez que el Málaga atacaba le aparecían huecos por todos lados, siendo un autentico milagro que no se perdiera el partido.

Creo que a pocos entrenadores profesionales les vi plantear un partido tan pésimamente como hizo Emery ante el Málaga.


Y para colmo hoy escucho que este modelo es innegociable.