Perotti es uno de los jugadores del Sevilla por el que tengo
más predilección. Siempre he confiado en sus cualidades, en las que creo
firmemente. Pienso que si no llega a ser presa de las constantes lesiones musculares
hubiera sido un futbolista de época.
También pienso que debido a su juventud y profesionalidad esta
todavía a tiempo de serlo.
Nunca he criticado su rendimiento, porque hace tres años que
no juega tres partidos seguidos.
Y para mi su comportamiento ha sido de chapó.
Hasta hoy. O más bien hasta ayer.
Si Perotti no tiene culpa de sus lesiones, el club tampoco
las tiene.
Y si Perotti se ha portado de diez con el club, el club se
ha portado de doce con Perotti.
Las declaraciones de Perotti en Argentina y las echa en los
medios oficiales del club no se las merece el Sevilla FC.
Poner como escusa para irse los comentarios de la calle es de necio,
cuando es un jugador que tiene el beneplácito de casi toda la afición del
Sevilla.
Sinceramente me ha defraudado el argentino.
Comprendo sus frustración y su impotencia, pero dar un paso adelante para dejar en la estacada al club
e irse a jugar a su país es algo acorde a los desagradecidos. Por no decir de
los Sinvergüenza.