La ausencia de Alexis supone que por el centro al menos se mejore. No lo suficiente, porque el problema no es solo de jugadores. Pero se puede empezar por ahí.
Hoy la fragilidad defensiva se ha concentrado más en los laterales, sobre todo por la banda derecha. Cuantos goles nos hemos comido por esa banda. Una banda que ha pasado de ser el baluarte donde se fraguaban nuestras victorias, a ser desde la marcha de Dani Alves, una banda maldita.
Como viene siendo habitual esta temporada, no se ha logrado la victoria porque no se ha llegado a materializar tres goles, que son los que habitualmente necesitamos para tener posibilidades de ganar.
Hemos cambiado nuestro juego para mejor con la llegada de los dos nuevos medios centros pero la fragilidad defensiva sigue siendo la misma, y con esa loza tenemos que competir en los trece partidos que nos quedan para conseguir al menos esa “raquítica séptima plaza” que nos permitiría salvar la temporada.
No tengo hoy la sensación de cabreo. El partido de hoy era muy peligroso y el empate para lo que aspiramos no es un mal resultado.
En el partido lo que se ha vuelto a ver es otra relación de errores y aciertos. De ahí el empate.
Acierto de Javi Varas en una parada con el pie a boca jarro.
Error de Javi Varas en el primer gol del Atlético.(Y pecó también de pardillo dejándose quitar el balón de las manos)
Acierto de Dabo en un preciso centro que acabó en el golazo de Negredo.
Errores continuos de Dabo en las marcas, incluido el del primer gol.
Buen partido de Fazio.
Y otra nueva cagada del argentino en una jugada que casi nos cuesta un gol.
Aunque para error el de Sergio Sánchez en el segundo gol Atlético.
Los goles como siempre precedidos de claros errores.
Acierto de Rakitic en el segundo golazo del Sevilla, acompañado de muchos minutos sin aparecer.
Negredo se pasea por el campo, pero a la vez hace las mejores jugadas del partido.
Lo dicho, aciertos, derivados la mayoría por la gran calidad técnica del equipo, pero siempre acompañado de múltiples errores de concentración y de colocación.
André Villas Boas.
