1.6.10

La experiencia me dice, "déjame como estoy"

Estos días se cuece el nuevo proyecto de la temporada 2010/11.
El encargado de llevarlo a cabo vuelve a ser Monchi, que sigue teniendo margen de confianza pero menos, ya que lleva varios años en el que la plantilla que el confecciona se va devaluando progresivamente.
Otro año más estaré más pendientes de las salidas que las incorporaciones.
El Sevilla tiene una filosofía que yo no comparto. Vender para crecer. Creo que esa filosofía solo ha dado resultados cuando la economía del club no daba más salida que esa, pero con esa filosofía desde hace ya varias temporadas la plantilla cada vez es menos competitiva.
Teniendo en cuenta el montón de millones dilapidados en los jugadores que todos sabemos, al final tenemos menos dinero y peor plantilla.
Alves no es Konko. Duscher no es Poulsen, Lolo no es Martí, Romaric no es Keita. Etc.etc.
Si se vende a Luis Fabiano tampoco el que venga será mejor que el brasileño, y si hablamos de Navas, es imposible que ningún jugador se acerque a su rendimiento.
Estoy de acuerdo en que no se haga tantos fichajes como dicen la mayoría, pero a Luis Fabiano, Perotti y Navas que no me lo toquen, que ya tenemos experiencia buscando sustitutos.
El Sevilla no puede volver a dar otro paso atrás en cuanto al nivel de la plantilla, sería muy peligroso.
Por mi lo ideal sería incorporar a un centrocampistas de primer nivel y en el caso de dar salidas a Romaric, Koné y Negredo, sustituirlos por otros, y esperar que Monchi atine mejor.
A De Mul, Alfaro, Lolo, Duscher, Armenteros, Casado, Crespo, Chevantón y Prieto, los regalaba, ya que dudo que se pudiera sacar algo de dinero.
Para tener a estos jugadores prefiero a Cala, Marc Valiente, Campaña, Rodri o Luna.
Monchi más que comprar se debía de preocupar en no vender lo bueno que tenemos, cambiar lo mejorable y soltar lastre para que no nos volvamos un antiguo Deportivo con más de cuarenta jugadores de altas fichas que lo llevó a la ruina.
Prefiero la filosofía de quedarme con lo bueno y deshacerme de lo que no me vale.