Primer partido de la temporada donde se ha conseguido un
punto en un campo complicado como es la Rosaleda de Málaga.
Hasta ahí todo bien. Además es lo que más importa, el
resultado, y el resultado es bueno.
Todo lo demás, de pena.
El Sevilla apoyado por una ristra de decisiones equivocadas
de su entrenador ha jugado un partido pésimo.
Exceptuando los primeros quince minutos, el equipo deambuló
por el terreno de juego totalmente perdido y mostrando un nivel de juego muy por debajo del nivel y el costo de esta plantilla.
Aparte de la ya conocida sangría que todos los equipos nos
hacen por la derecha cuando es defendida por Coke, el equipo se deshizo en mil
pedazos en la sala de máquina, donde los dos medios centros no dieron una a
derecha y no aparecieron en ningún momento por el partido. Y no es de extrañar
ya que de los cinco o seis medios centros que dispone la plantilla, Emery se decidió
por los que se encuentran en el peor estado de forma, Iborra y N´Zonzi. No
entiendo esta decision ya que los dos jugadores vienen de sendas lesiones y en
el caso de Iborra en un estado de forma lamentable.
Sin duda el Sevilla hubiera sido otro si se hubiera apostado
por la pareja de medios centros compuesta por Kryschowiac y Krohn-Dehli, que además
son los que más minutos han disputado en pretemporada en esa posición.
El parche de poner al polaco de central y acabar con Coke de
central también lo pondría en el debe de Emery que hoy para mi ha
estado desafortunadísimo.
Las ocasiones erradas por Gameiro en los primeros minutos,
el empujoncito que nos pudo costar penalti y expulsión de Coke en la primera
parte, la patadita antes de tirar a puerta que desequilibra a Vitolo en la
segunda parte y el gol legal que fue anulado a dos minutos del final pudieron
cambiar el signo del partido, pero lo que tiene que cambiar y mucho es el
Sevilla, que ha jugado hoy un partido decepcionante.
