Aunque lo de mal partido habría que desmenuzarlo. Durante la primera parte no se hicieron las cosas mal.
El Sevilla tuvo un comienzo fulgurante que propició ponerse pronto por delante para después ponerse el traje de faena y se defendió con orden e intensidad, empleando una presión muy solidaria que hizo que el Rayo no encontrara la forma de inquietar a Beto y que el Sevilla tuviera más de una ocasión de poner tierra de por medio, pero no se consiguió.
A la vez que avanzaba el partido el Rayo fue comiendo
terreno y el trascurrir de la segunda parte fue muy pobre futbolísticamente por
parte del Sevilla, hasta haberse acorralo en bastantes minutos. Sobre todo por
las continuas jugadas que concedía a balón parado.
El entrenador del Rayo fiel a su estilo, arriesgó en los cambios y el Sevilla careció
de clarividencia para encontrar los múltiples espacios que dejaron los rayistas
y solo se dedicó a defender como equipo pequeño un resultado que lo deja entre
los equipos grandes.Individualmente, Reyes y Banega no se encontraron cómodos en el campo. Y como en cada partido en que participan el dúo de laterales que forman Diogo y Coke, debilitan el sistema defensivo, sobre todo el lateral derecho que posibilita que todos los rivales miren a su banda para atacar y hasta provoca que los centrales en su labor de tapar sus desaplicaciones se carguen de tarjetas.
Urge que se recupere pronto Tremoulinas y que se incorpore un lateral derecho fiable.
El equipo lo notaria a mejor.
