30.11.14

REYES EVITA LA CRISIS

Venía bien que el rival de hoy fuese un rival asequible, siempre es más factible conseguir la victoria y después de cuatro partidos sin ganar el equipo lo necesitaba imperiosamente, porque el equipo se había bloqueado y el entrenador volvía a entrar en la dinámica de cambio de jugadores, estilo, tácticas etc, dando la sensación de estar algo perdido.
Y ya se sabe, con las victorias y los puntos mejoran las prestaciones de los equipos, sobre todo por eso tan necesario en el futbol que es la confianza en lo que haces.

En el partido de hoy lo primero que nos encontramos es que la peña Biri (parece ser que por una protesta a la directiva) decide no animar. Y claro, cuando eso ocurre ya se sabe que el Estadio es casi un cementerio y eso no ayuda a un equipo donde su afición suele ayudar bastante.
Lo que tampoco ayudó y me pareció un error de bulto,  es el estado del terreno de juego. El césped estaba cortado tan alto que el balón no rodaba, se quedaba frenado. Ello perjudicó muchísimo al equipo que tenía que generar las ocasiones.

Durante el descanso se intentó remediar el error haciendo funcionar a tope a todos los aspersores de riego y la verdad es que al menos la pelota rodaba más rápido. Este tipo de errores al que veo que no se le ha dado importancia me parece inadmisible en un club de elite.
El problema del césped unido al bloqueo futbolístico del equipo hizo que el Sevilla jugara una pobre primera parte donde hubo tres jugadas donde la decisión del árbitro fue decisiva. El gol de Bacca que pensé que venía precedida de falta y después de verla por TV es totalmente legal. El penalti de M’Bia que lo fue pero que venía de una inexistente falta y un penalti clarísimo a Bacca que ni el árbitro ni el linier vieron. Por cierto ese penalti bien podría acarrear expulsión del jugador del Granada.

La primera parte acabó en empate y con el equipo atascado. Con la mejoría del césped en la segunda parte también lo hizo el Sevilla,  aunque no lo suficiente para superar a la defensa granadina, hasta que a falta de media hora apareció por el terreno de juego Reyes y con dos grandes jugadas (la segunda genial) desatascó el partido.

Con el partido ya solventado el Granada se entregó y le cayeron dos más, con lo que el resultado quedó en un bonito cinco a uno y la clasificación más bonita aun, un cuarto puesto.

Del desagradable incidente en Madrid no me pronuncio, eso es algo que la justicia española y los cuerpos de seguridad del Estado son los únicos que pueden ayudar a erradicar la plaga de delincuentes que cobardemente se integran en las masas de los grupos ultras de los equipos.