El Sevilla cayó en la trampa de Manzano y salvar la
temporada se pone mucho más difícil.
El Mallorca sabedor de sus limitaciones le dio el balón al
Sevilla y todos sus esfuerzos se limitaron a defender con diez futbolistas en
su campo y esperar un milagro de Giovanni, y el guion le salió perfecto.
El principal motivo para que la jugada le saliera perfecta es
que el Sevilla ahora mismo no tiene capacidad para crear ocasiones ante diez
hombres atrás, principalmente porque carece de intensidad y su ritmo de juego es
muy lento.
El problema para los bermellones seria cómo marcar un gol
con diez hombres defendiendo. Pues ahí la suerte (aspecto determinante en el
futbol) le echó un cable, porque la primera vez que se acercan, el árbitro se
inventa una falta a su favor y la maestría de Giovanni provoca un balón suelto
que le llega a Alfaro para a pesar de dedicarse solo a defenderse, el Mallorca
se pusiera por delante en el marcador. Con lo cual todavía reforzaría más el no
querer arriesgar lo más mínimo.
Marcar el gol del empate se veía como tarea muy complicada,
con un porcentaje de posesión de mas del 70% pero que la mayoría de esa posesión
correspondía a pases horizontales y sin tener ideas de como avanzar y crear
peligro, entre otras cosas porque esa posesión correspondía en gran medida a
los dos medios centros, jugadores no olvidemos de corte defensivo y con pocas actitudes
creativas.
Era una situación de entrenador, de buscar soluciones y de tomar
medidas. Había la posibilidad de jugar con dos laterales que aportaran mas para
abrir huecos como Cicihno y Alberto, o de jugar con solo tres defensas y crear
la línea de dos medias puntas para tener mas presencia arriba y presionar a los
defensas del Mallorca. Se podía prescindir de un medio centro defensivo y que
la posesión de balón pasara mas a las botas de Rakitic . Se pueden hacer muchas
cosas para al menos intentar cambiar un partido que estaba claro que pintaba
muy mal por los derroteros que marchaba, pero las cosas hay hacerlas a tiempo. Y
eché de menos la mano de un gran entrenador en esos momentos.
Ante tanto bloqueo se logró empatar, provocado por dos
acciones brillantísimas de quien tienen la posibilidad de hacerlo. Rakitic y
Negredo. Lo mas difícil y milagrosamente se había conseguido pero definidamente
esta temporada no es la del Sevilla y solo cinco minutos después en otra acción
a balón parado, volvió a parecer la calidad de Giovanni, y Alfaro se volvió a encontrar otro balón suelto
para poner otra vez al Mallorca por delante.
Volver a pensar en otro milagro no lo creía ni los propios
jugadores y el Mallorca se llevó los tres puntos.