23.6.11

LO QUE EMPESASTE, ESTÁS A PUNTO DE ACABAR

Sergio Sánchez después de lo ocurrido con su problema de corazón se había convertido en uno de los jugadores más querido en el club, tanto dentro, como a vista de los aficionados, al que consideraban un ejemplo de superación.

Todos sabemos la gravedad del caso por el que tuvo que pasar el jugador, la implicación del club en querer ayudar por muy costosa que fuera la solución y las infinitas muestras de agradecimiento del jugador una vez resuelto el problema.

Todo salió perfecto y para colmo su reaparición fue magnífica.

Después de sus dos primeros partidos jugados de central, incluso Del Nido se atrevió a pronosticar que podíamos estar ante el sucesor de Puyol en la selección, algo que viendo el nivel mostrado, a nadie le pareció una barbaridad.

Hoy, apenas cinco meses después, está prácticamente vendido por menos que lo que costó.

En estos cinco meses… ¿qué ha ocurrido para llegar a esta inesperada situación?

Lo que conocemos porque lo hemos visto, es que coincidiendo con el bache de juego de Cáceres y la recuperación de Fazio, el entrenador decidió pasar al catalán al lateral derecho. Y sorprendentemente dio un nivel bajísimo. Hasta el punto que Manzano dejó de contar con él ni siquiera ya como central.

Eso sería deportivamente hablando, pero estamos seguro que no ha sido el motivo de su más que posible marcha.

Más bien los motivos son de otra índole.

El día clave sin duda fue el circo que se monta en el pos partido de la eliminatoria con el Oporto en Portugal.

El jugador al temor de un posible control antidoping le comunica al entrenador que no quiere jugar por miedo a dar positivo, ya que por muy disparatado que parezca, el jugador tomó la decisión por su cuenta de automedicarse, con lo que lo publicado por el periodista Víctor Fernández a pesar de los palos recibidos, fue la cruda realidad. El jugador se negó a jugar.

No acabó ahí la cosa, el club a marchas forzadas le proporcionó una analítica la cual demostraba que no tenía problemas en ser alineado.

El jugador jugó el partido, pero tuvo que ser retirado porque su presencia en el campo era solo testimonial.

Eso pudo ser la gota que colma el vaso.

Pero ya por esas fechas, el filin con el club se había diluido a pasos agigantados.

Parece ser que mientras no paraba de agradecer al club lo hecho por él, el jugador frecuentaba más de la cuenta las mentiras y las noches sevillanas y lo que es mucho más grave, desobedecía a los médicos, lo que le costó una segunda operación.

A pesar de los problemas en defensa del equipo se dejó de contar con él, y pasó al ostracismo. Ahora pasará al Málaga, hecho que hasta la fecha no está confirmado, pero que parece inminente.

Quien lo hubiera dicho cinco meses atrás.